La Fundación Andresito nace del amor, la lucha y la esperanza sembrada por un valiente joven ecuatoriano: Andrés, un niño que llegó al mundo con una enfermedad cardíaca congénita. Su vida estuvo marcada por intervenciones quirúrgicas y desafíos médicos que pusieron en riesgo su vida. En Ecuador, 7 operaciones no exitosas complicaron gravemente su estado de salud, dejando una profunda huella en su camino. Sin embargo, gracias al incansable amor de su madre, abuela paterna y hermana conjuntamente con la solidaridad de varias personas, Andrés pudo viajar a Argentina, donde fue operado con éxito en el Hospital de Niños Dr. Ricardo Gutiérrez. Esta experiencia transformó su vida y le permitió recuperar la fuerza, la sonrisa y, sobre todo, la esperanza.Posterior a la intervención realizada, Andres retornó al país con su salud restablecida , para retomar su vida con normalidad y seguir con sus sueños. A pesar del dolor, Andrés nunca perdió su alegría. Siempre le decía a su madre: "Yo deseo un corazón sano y feliz", una frase que inspiraría más tarde el lema de esta fundación. Andrés culminó sus estudios secundarios en la Unidad Educativa Salesianos STAR y se trasladó a Quito para iniciar su carrera soñada como periodista, una pasión que abrazaba con entusiasmo. Pero la vida volvió a ponerlo a prueba. Un evento inesperado en la ciudad afectó gravemente su salud y, tras una dura batalla debido a una mala practica médica en Ecuador, Andrés a sus 19 años partió dejando un vacío irreparable, pero también un legado inmenso de fortaleza, amor y esperanza. En honor a su vida, su espíritu inquebrantable, su ferviente deseo de vivir además de ver a otros niños con enfermedades cardíacas tener la oportunidad de vivir plenamente, nace la Fundación Andresito, con el compromiso de acompañar, apoyar y transformar las vidas de niños y familias que atraviesan situaciones similares.